Tal vez sean las ganas de llorar
las mismas que me provocan el llanto
como en un círculo cruel sin salida
y tal vez sean ellas las que me lleven
a hacer lo que nunca quise...
Parece el único escape a las lágrimas
el apagar todo sentir, todo latir
liberar el pecho, dejar la sangre salir.
Es la impotencia de no saber el por qué del sentimiento
el no poder entender qué pasa dentro
lo que lleva a querer salir
liberar el alma
los huesos parecen ser los barrotes de esta prisión
y aunque tus brazos me aferren a lo terrenal
las lágrimas caen igual.
Intenté cambiar mi sal por la sal del mar junto a vos
pero eso fue sólo opio del momento
la realidad siempre nos alcanza al final
y hoy quiero escapar para siempre...
